Friday, March 18, 2011

Mi mejor amiga: las escaleras


Desde mi llegada a la Universidad de K-Estado, he tenido experiencias nuevas e interesantes cada día. Algunas experiencias eran tan increíbles y algunas, eventos que siempre quiero recordar. También había experiencias que me prefería olvidar, en que pensé que me moriría de vergüenza y quería que nunca hubieron pasado.

Era una noche típica, mi compañera de habitación y yo estuvimos en nuestro cuarto. Estábamos hablando y usábamos nuestras computadoras personales cuando decidimos que era tiempo de comer. Era un poco tarde entonces decidimos agarrar la cena y comer en nuestra habitación en vez de la cafetería, el “Derb.”

Tomamos el ascensor porque estábamos perezosas y no queríamos subir diez tramos de escaleras al sótano. Cuando llegamos al “Derb,” agarramos un recipiente blanco de espuma de poliestireno, un tazón blanco y pequeño de espuma de poliestireno, una taza azul de plástico con la frase “Pepsi” en el anterior y una vajilla de plata blanca. Queríamos comer la pizza entonces hicimos cola a Poco Italia. Tomé dos pedazos de la pizza de queso caliente y sabroso. Por supuesto, quería beber la leche de chocolate, la bebida favorita mía, y la puse en la taza y cerré la tapa de arriba. En el tazón, puse algunos cachos de la gelatina roja y movediza.

Después, cuando tratamos de salir del “Derb,” hubo una cola muy larga entonces tuvimos que tomar otras esclaras. Empecé a bajar las esclaras, llevando las cajas de espuma de poliestireno cuidadosamente o lo que pensé era cuidadosamente. En un momento estuve en la parte superior de las escaleras y al próximo estaba abajo de ellas, acostada sobre la espalda, cubierta de leche.

Me tomé un momento para darme cuenta lo que había sucedido: me había caído de las escaleras. Descubrí que mis pantalones azules marinos de chándal estaban un tono más oscuro y mi camisa blanca tuvo algunos puntos marrones en el lado izquierdo. Mi compañera de habitación también tenía algunas manchas marrones al lado izquierdo de sus pantalones rosas nuevos.

No pude hacer nada. Estuve sentida en la leche, no podía moverme. La cara estaba rojísima y pensé que estaba muriendo de la vergüenza. Cuando llegué a mis sentidos, rápidamente me puse de pie y pregunté por la persona en la parte superior de las escaleras para decirle a los trabajadores lo que había sucedido (no quería caer una vez más). Simplemente me quedé allí, hasta que algunas de las otras personas en la escalera nos dijeron que podíamos irnos. Me decidí a ir, la leche se empapó y me sentía incómoda allí de pie. Hemos caminado—o corrido—rápidamente hacia el ascensor y hasta nuestra habitación.

Cuando regresé a la habitación, comí muy rápidamente. Entonces, decidí cambiar la ropa y ducharme porque me molestó la ropa mojada. Me duché y me puse mis pijamas: los pantalones de tela escocesa verde y grandes y una camiseta verde con las palabras amarillas “Universidad de Pittsburg.” Regresé al cuarto donde empecé mi tarea en la computadora. Estaba escribiendo a maquina cuando oí la alarma de incendio.

Yo sabía que no debería sorprenderme; los simulacros de incendio no eran nada nuevo para o los otros residentes de la residencia Moore. El semestre pasado, hubo doce simulacros de incendio. Había ocurrido de dos veces cada semana a dos veces en una noche. Me dije que nunca olvidaría esa noche cuando ocurrió; el primero fue a la medianoche y el segundo fue a las cuatro de la mañana. Entonces estábamos fastidiados y fatigados de ellos.

Esta vez, había nevado la semana anterior así yo me encontraba llevando en mis pantuflas favoritas, parada en la nieve mojada y con frío. Estuvimos afuera por veinte minutos hasta que pudimos irnos a la dormitación. Esta vez, el departamento de incendio no vino, porque solamente era un procedimiento. Tuvimos que subir los diez tramos de esclaras para regresar a nuestra habitación. Regresamos a nuestras computadoras y empezamos de nuevo con nuestra noche. En fin era un día extraño con muchas interrupciones impredecibles, pero para mí era un día típico con mi mejor amiga: las escaleras.


4 comments:

  1. Me gusta como la conclusión relaciona al
    título y la introducción.

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  2. Me gusta mucho.Es muy comica y muy buen escrita, y tiene muchas detalles del dia. Tienes fuerte para nos cuenta esta historia. Tengo mucho respecto para ti.

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  3. La narración tiene muchos partes, todos con las detalles. Es comica pero también muy descriptiva. :) (¡Yo vivo en un piso décimo también!)

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  4. Me divertí mucho con tu narración!!! Subir y bajar escaleras es bueno para la salud!!! je,je,je...

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